Pequenas historias

estos son fragmentos de emails que me parecieron interesantes.

Vietnam
una pequena historia de mis profesores de cine. Ellos fueron a la universidad y se sentaron en un café a ver si simplemente alguien se les acercaba y los conocian. Efectivamente, terminaron hablando con un profesor de alli y uno de mis profesores les hablo de la discrepancia entre cuanto los estadounidense buscan y hasta cierto punto viven la guerra cuando estan en vietnam, mientras a los vietnamitas no parece afectarles mucho. Su respuesta:” Of course, we won”.

Burma
Recién acabo de llegar de Burma (Myanmar) y no acabo de caer en sitio. Es extraño porque racionalmente hablando probablemente es el lugar más exótico y diferente que he estado en mi vida. Es de esos sitios en que sólo se pasea Indiana Jones en una película vieja porque si Lara Croft fuera ahora ya no sería tan raro. Sin embargo, mientras estuve allí todo se sentía tan natural, sin los choques típicos de “uh ah es la torre eiffel!” y no es hasta ahora, que llevo dia y medio en el barco y estoy en medio de la bahía de bengal (sorry, lo tenía que poner, suena demasiado cool, de hecho es la única razón por la que te escribo, jajaja) y bueno como decía, no es hasta ahora que me doy cuenta de lo raro que fue ese país en el contexto de mi vida. Las mujeres usan lodo en la cara como maquillaje, cargan canastas gigantes en la cabeza como en nuestras imágenes de África y los hombres usan faldas, pero aun así lo más que recuerdo es un viaje de 5 horas en una pickup con el grupo de gente más genuina y chévere que pudiera haber conocido en un periodo tan corto. Vi pagodas gigantes de oro y no les dediqué mucho tiempo por estar comiendo pasteles de arroz con coco rayado encima en medio de un chorro de viejitas mellas, todas en cuclillas riéndose de la occidental blanca que no sabia comer pasteles con las manos. Todos me decían lo blanca que era, ese era mi main exotic trait. Que puedo decir, uno se cree que está descubriendo el mundo, pero en gran medida el mundo te descubre a ti y te vuelves una postal ambulante, sobretodo cuando viajas por tu cuenta y eres tres mil veces más aproachable que si estás emparejado con alguien o un grupo.